Mi amor platónico en el instituto era una chica pelirroja. Cuando escuchaba "quémame en tu fuego" no podía evitar pensar en ella y en sus cabellos, que para mi eran como las llamas del deseo. El fuego del infierno que me consumía.
Mi amor platónico en el instituto era una chica pelirroja. Cuando escuchaba "quémame en tu fuego" no podía evitar pensar en ella y en sus cabellos, que para mi eran como las llamas del deseo. El fuego del infierno que me consumía.