Comer aire
by CheiraMoitirmo on February 08, 2010Había una vez un pajarito que se llamaba Ay al que le gustaba comerse el aire. No se lo tragaba a secas sino que se lo comía. El aire era bonito porque no se podía ver pero andaba por ahí acompañando a los seres vivos en sus quehaceres diarios y eso se agradecía. Un día el pajarito se pasó comiendo aire y se cayó al suelo inconsciente. Mientras se caía pensaba en que no estaba bien comer cosas cuya compañía se agradecía. Cuando acabó de caer suspuso que toda su vida había pasado ante sus ojos, lo que quería decir que había empleado su vida en comerse cosas cuya compañía agradecía. Como soy una narradora omnisciente porque sé lo que estaba pensando Ay puedo decir que éste no sabía si considerar que había perdido mucho tiempo o si sentirse orgulloso del modo en que lo había distribuido, aun siendo éste totalmente constante, pues todo el tiempo había hecho lo mismo. Ahora bien, eso es cosa del inconsciente de Ay. En mi opinión tanto los pajaritos como el resto de los seres vivos del mundo tienen derecho a emplear su preciado (o no) tiempo en lo que quieran mientras no molesten a nadie PERO tiempo es una convención, debemos fijarnos en lo que realmente quiere decir el Tiempo y NO desperdiciarlo, NO!!! Cada milésima de segundo de nuestras vivas puede traer cambios y cada segundo es una nueva oportunidad así que hay que hacer TODO lo posible por hacer sueños realidad! Y si lo único que le gusta hacer a Ay es comer aire DEBE seguirlo haciendo. No obstante hacer siempre lo mismo debe de ser cansino, y hay que tener en cuenta que llevar a cabo hechos productivos nos hace sentir más realizados y a vece incluso es DIVERTIDO!!! Así que oh pajarito yo te invoco! Ay se acaba de levantar y se está replanteando muchas cosas. Pensar EN EXCESO no es bueno. Nada en exceso puede ser bueno, ni siquiera pensar, ni siquiera el azúcar! No a los excesos! Así que Ay ha dejado de pensar en el sentido de la vida, pero antes de dejar de hacerlo ya había llegado a la misma conclusión que yo, por lo que voló y conoció a otros pajaritos que le recordaron que había más cosas importantes en el mundo que comer aire, y que de hecho esto no era del todo saludable; así que el pajarito cambió de modo de vida (evolucionó!!!), y ahora es MUY feliz. Tres hurras por Ay!!! Hurra! Hurra! Hurra! Hala, me marcho a seguir su ejemplo!
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